Radar Market

2.018 se presenta como el último año de bonanza dentro del ciclo actual iniciado en el 2.009 para unos índices y en el 2.012 para otros. Estamos dentro del periodo de dilatación que nunca suele alargarse más de un año. Este periodo acaba en julio para los índices más rápidos, Wall Street, octubre para los más avanzados en Europa y en diciembre para el Ibex, que alcanzó su máximo de ciclo en ese mes del 2.007.

Esperamos un primer trimestre soso donde debe llegar la onda cuatro a Wall Street y un segundo trimestre bueno donde deben alcanzarse los primeros techos. Según los índices creemos que habrá techos de mercado a partir  del verano y que el año flojeará en su última parte abriendo el periodo correctivo que se agudizará en el 2.019 y especialmente en el 2.020.

Creemos que el dólar seguirá débil y que los nubarrones irán llegando  despacio a USA donde esperamos una año que vaya a menos con situaciones complicadas a nivel social y político. La Bolsa estadounidense es la que menos nos gusta y no vemos precios atractivos, retomaremos cortos aquí cuando tengamos señales.

En Europa vemos mejor ambiente y proyección, las bolsas tienen mayor recorrido, especialmente los países y sectores que se han quedado atrasados como es España y los bancos, aunque nos gusten ahora no les vemos un buen futuro a medio plazo. Mantenemos la proyección para el Ibex en 12.200 y la de los bancos en 172, con el BBVA en 8,75. Esas siguen siendo las proyecciones al día de hoy para encontrar techo.

2.018 puede ser el año en el que China empiece a alcanzar peso suficiente como para convertirse en la primera potencia del mundo en los próximos años en detrimento de USA y creemos que Rusia seguirá ganando protagonismo. Europa debe comportarse bien pero también perderá peso relativo dentro de la economía global.

En la renta fija los tipos se moverán al alza a medida que se acerque el final del QE previsto para septiembre. El Bund podría rondar el 0,7% de rentabilidad media este año.

Esperamos una año flojo para el dólar que será puesto en entredicho como moneda de referencia mundial. Por el contrario creemos que el oro se irá fortaleciendo y que puede estar en el comienzo de un nuevo movimiento alcista.

Tema esencial del año serán las criptodivisas donde debe tomar rumbo la explosión ocurrida el ejercicio pasado. Este año puede ser el ser o no ser para ellas, o se afianzan y piden sus sitio dentro de sistema o serán atacadas por el sistema oficial que intentará absorberlas, sustituirlas o destruirlas. Un tema complejo que dará mucho que hablar este año y que tendrá una gran repercusión en el futuro sistema monetario. Si su capitalización sigue creciendo pueden suponer un riesgo para la estabilidad económica. En el verano pueden alcanzar un punto caliente y peligroso.

Decíamos en el primer gráfico que subimos del bitcoin que estaba formando una sopera, la formación técnica más alcista que existe, y que el desarrollo siguiente debería ser ponerse vertical y subir tan deprisa que la sopera inicial acabase convirtiéndose en un suelo plano. Aún no llega a tanto pero casi.

Estamos asistiendo a un viejo fenómeno con un producto nuevo. No hay referencias, cualquier nivel de proyección es ahora una entelequia. La historia demuestra que cuando sucede esto el precio va mucho más allá de lo que se hubiera podido imaginar y que acaba desatando una especulación irracional. Creemos que aún está muy lejos de esto.

El bitcoin se pone vertical y pulveriza los 1.500 dólares. La formación técnica de sopera del gráfico le da un impresionante aspecto alcista. Aquí se puede soñar cuanto se quiera. El oro digital es ya una realidad.

Telefónica parece preparada para colaborar con el Ibex en un mejor cierre anual y un buen comienzo del próximo año.

El retraso del Ibex en las últimas semanas se ha debido en gran parte al mal comportamiento y debilidad de la operadora pero ahora, tanto por recuento como por indicadores parece preparada para girar y recuperar terreno. El tramo puede ser interesante. Estamos en momento de limar excesos, lo vemos en los bancos y podría llegar también aquí.

En cuanto empiece noviembre se producirá el corte de macd a la baja, salvo que haya una subida importante que no esperamos, con ello se materializará la divergencia bajista latente desde el 2.012. Todo desde un gran estado de sobrecompra y con el precio sobrepasando por arriba el canal de  largo plazo.

Es muy posible que el máximo esté alcanzado con el rendimiento -0,20% que vimos hace unas semanas. Si el Bund ha podido llegar hasta aquí es por las compras del BCE que guarda este activo como básico en su balance.

La "no confirmación" de máximos entre el Dow Jones Industriales y el Transportes ha sido históricamente la primera señal de que un ciclo llega a su plena madurez. Ambos índices mostraron movimientos en paralelo hasta el 2.015 pero después de la corrección de este año el Industriales ha conseguido batir máximos y en zona de máximos está desde julio, mientras que el transportes se muestra muy alejado de los suyos. Cuanto más duren estas condiciones, tres meses ahora, más posibilidades hay de techo de mercado.

Desde que se conoció la sanción de 14.000 millones de dólares por las subprime no ha vuelto a levantar cabeza, en tres sesiones ha recorrido la mitad del camino que le separa hasta el objetivo del triángulo. Se extienden los rumores de que sea cual sea la cantidad definitiva que ha de pagar será necesaria una ampliación de capital para fortalecer sus recursos, con ello iría al objetivo finalmente.

OHL es un caso especial. La constructora venía marcando el ciclo ortodoxo cuyo recuento hemos visto en diversos índices y acciones e incluso mostraba una fuerza relativa dentro de la estructura que le hacía ir avanzando con un timing acelerado  puesto que se acercaba a los máximos históricos del 2.007 cuando faltaban más de dos años para la ventana temporal prevista. Sin respetar el timing, pero marcando perfectamente la estructura se giró a la baja y con cinco ondas se dejó el 90% y se metió por debajo de la onda cuatro anterior como mandan los canones. Si miramos el gráfico sin tener en cuenta el entorno, podríamos decir que su ciclo está completo, toda la estructura de precios esta hecha en un timing reducido. Sin embargo esto sucede sin el acompañamiento general de los mercados lo que nos obliga a ponerlo en cuarentena. La sobreventa mensual es extraordinaria y el indicador comienza a girar. No creemos que sea una buena señal que un valor se mueva a la baja con tanta fuerza y en solitario a pesar del recuento, podría esconder problemas de supervivencia. Observamos su desarrollo por la curiosidad de comprobar que ocurre en esta situación, podría ser un adelanto del futuro general. 

Hasta el momento el crudo se viene comportando exáctamente como habíamos previsto desde que se estaba conformando la cuña alcista. Rota esta a la baja lo habitual es que se hubiera producido un techo temporal que diera lugar a una corrección que llevase hasta el inicio de esta, que además en este caso coincide con el nivel 61,8% de retroceso. La superposición de ondas nos confirmó que el movimiento alcista desde los mínimos no era impulsivo y por tanto rubricó nuestro planteamiento de tres ondas desde el mínimo en 26 al máximo en 52 que hemos considerado una primera onda de rebote dentro de un proceso dilatado de reacción a la profunda bajada anterior. El movimiento descendente, que debe ser el primero ha visto su suelo poco más abajo de 40$, cerca del 50% de retroceso y ahora reacciona en dirección contraria, acabada la reacción debe haber otro tramo bajista hasta el objetivo señalado.

El planteamiento marcha perfecto y lo someteremos a revisiones de tanto en tanto.

Con la parsimonia que le caracteriza el S&P ha empleado 12 sesiones en bajar 60 puntos, un ritmo tres veces más lento que el europeo. Los tramos a la baja se van superponiendo sin marcar ondas limpias ni tramos largos por lo que el aspecto es correctivo. El primer soporte serio está en el 2.040 y es muy probable dada la situación de los indicadores horarios que se detenga ahí unas sesiones, posteriormente debe dirigirse  a uno de los tres niveles Fibo que consideramos como corrección proporcional. El proceso está claramente tutelado y salvo alguna circustancia externa poderosa parece que puede emplear lo que resta de mes, quizá más.