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Ciclo Radar Market

por Agustín López
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Lunes, 31 Diciembre 2018 12:11 Categoría Artículo

A falta de la media sesión del 31 para cerrar el año hacemos balance total de esta última etapa de Radar Market en la que usamos los SMS para avisar de nuestra operativa en tiempo real.

Creemos que hay techo en los mercados y que se ha iniciado un ciclo bajista cuya primera previsión apunta al año 2.022 como suelo final.

Han sido poco más de cinco años, muy complejos, como corresponde a una onda IV, con una gran disparidad entre índices y acciones. Nuestra estrategia  de no comprar  bancos en ningún momento y preferir apostar por el rebote de los pequeños y medianos valores más que por los blue chips ha dado buen resultado. Éramos conscientes de que con una cartera así íbamos a necesitar mucha diversificación en la certeza de que algunos valores podrían ir mal, como así ha sido, pero que en general la cartera marcharía mejor que nuestro índice de referencia el Ibex, donde se han concentrado las compras. Decidimos no superar nunca el 10% de inversión en ningún valor y ajustarnos a una media del 4-5% por acción dejando liquidez suficiente para complementar la rentabilidad con operaciones de futuros que nos permitieran arañar rentabilidad tanto al alza como a la baja.

Hemos vivido todo tipo de circunstancias y la operativa ha sido compleja pero a la postre los resultados son muy buenos.

Ya saben que a la hora de hacer balance no tenemos en cuenta los gastos en comisiones por no hacerlo demasiado complicado y que para compensarlo tampoco tenemos en cuenta los dividendos cobrados y la venta de derechos de las ampliaciones. No sabemos cual de las dos sumará más pero no alteran el resultado de forma apreciable.

Cuando empezamos el Ibex estaba en 9.341 y al cierre del viernes se ubicaba en 8.493 lo que supone un descenso del 9,07% para el periodo de cinco años computado. Un descenso medio anual del -1.81%.

Por nuestra parte no podemos hacer un computo definitivo pero sí muy aproximado, ya que sólo quedan en cartera tres valores, los que peor han ido, y que aunque liquidásemos a cero no cambiarían mucho los números actuales.

El total de todas las operaciones realizadas en renta variable arrojan un saldo positivo del 94,84% y en los valores  que quedan había invertido un 11% por lo que en el peor de los casos, valorándolos a cero, la rentabilidad quedaría en el 83,84% en el total de los cinco años.

En cuanto a los derivados el saldo es el siguiente:

2.014:  +11,33%

2.015:  +25,70%

2.016:   +2,85%

2.017:   +9,83%

2.018:  +11,58%

Lo que da un total para los cinco años del  +61,29%.

Sumando el 94,84% realizado en renta variable más el 61,29% de los derivados completan un total del 156,13% para el periodo de cinco años que supone un 31,22% anual de media.

De aquí habría que restar un 9% de pérdidas latentes en los valores que quedan en cartera y un 2,8% de pérdidas latentes en la posición abierta de Bund.

Esto dejaría los números a día de hoy, a falta de saber como liquidamos lo poco que queda en 156,13 -11,8= +144,33% en el total de los cinco años y una rentabilidad anual del 28,86%.

La rentabilidad anual de las acciones sería 94,84%-9% = 85,84% dividido entre cinco +17,17%.

Y en los derivados +61,29% - 2,8%= 58,49% dividido entre cinco +11,69%.

Nos sale pues una rentabilidad media anual del 17,17% + 11,69%= 28,86% y una rentabilidad total del 144,33%.

Cuando empezamos les dijimos que habría momentos en los que la fortuna nos acompañaría y otros en que no, pero nos comprometimos a pelear operación a operación y a mantener nuestra visión del mercado y ser consecuentes con ella, convencidos de que esto nos daría una regularidad que nos pondría arriba en la tabla clasificatoria. Ha supuesto un gran esfuerzo, nervios templados, mucha paciencia, concentración y una buena dosis de olfato, pero lo hemos conseguido, cerrando además con el broche de haber mantenido la trayectoria positiva en el año 2.018 que ha sido uno de los peores años de la historia con las pérdidas extendiéndose al 93% de los activos cotizados.

La confianza en nuestras previsiones nos permitió salir del mercado en el momento oportuno y eso ha sido el factor clave.

Estamos muy satisfechos del trabajo realizado pero esto no para y en tres días estaremos bregando con el 2.019 y un periodo difícil que esperamos donde será necesario emplear estrategias totalmente distintas.

Ya no podremos contar con una cartera que vaya dando sus frutos con el paso del tiempo y habrá que ser más ágil en la operativa. Tendremos que arriesgar más en derivados y apalancarse un poco limitando la compra de acciones a momentos y valores puntuales. Habrá que utilizar también operaciones en otros activos como materias primas cuando veamos la oportunidad, pero nos centraremos sobre todo en la preservación del capital y en las medidas que sean necesario para ello, vemos riesgos serios, especialmente en el 2.020 y serán los acontecimientos los que nos indiquen como actuar.

Suponemos que después de tanto tiempo nuestra credibilidad queda respaldada por una gestión que mantiene resultados positivos en cualquier tipo de mercado. Esto no nos hace invulnerables y un resultado negativo podría llegar en algún momento, pero demuestra una capacidad para moverse en los mercados de muy alta calidad lo que genera una confianza respaldada por los hechos y el tiempo. No son buenas rachas sino una trayectoria sostenida a lo largo de décadas.

Es nuestra obligación repetir una vez más que no emitimos recomendaciones, damos nuestra visión de mercado y comunicamos en tiempo real las operaciones que realizamos para nosotros mismos.

Hemos acabado la onda B de rebote que esperábamos para estos años y entramos en modo onda C.

Los mercados bajistas son mucho más difíciles e ingratos pero no puede eludirse la realidad así que nos enfrentaremos a lo que viene con la misma disposición y entusiasmo. Vamos a ello.

Les deseamos un feliz cambio de año y les citamos para el miércoles donde comenzaremos una nueva etapa.

Sobre los Bancos Centrales

por Agustín López
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Viernes, 17 Agosto 2018 12:52 Categoría Artículo

En el año 2.016 Jacob Rothschild declaraba que el mundo se había metido en un experimento de política monetaria único en la historia de consecuencias impredecibles.

Dos años después los inversores se han acostumbrado a convivir con la locura que han impuesto a la fuerza los Bancos Centrales haciendo parecer normal algo que no lo es y que tiene y va tener consecuencias muy importantes. La primera, que ya es una realidad, el empobrecimiento lento y silencioso de la población a través de una perdida constante del poder adquisitivo vía remuneración salarial y rendimientos del capital. Todo aquel que no tenga grandes conocimientos financieros e invierta de forma adecuada, estará viendo mermada su capacidad de compra año tras año.

Unos tipos de interés artificialmente bajos están provocando una contención salarial que apareja una pérdida adquisitiva a través de unos salarios que se quedan muy rezagados respecto al incremento de la inflación. A esto se suma la imposibilidad de obtener rendimientos de los ahorros con unos tipos de interés nulos.

No nos extraña que el rey de los Bonos, Bill Gross, tenga su cabeza en juego después de llevar tres años corto en Bund tras de haber afirmado en el 2.015 que “una oportunidad como esta solo se presenta una vez en la vida”

Creemos que tiene razón, pero los Bancos Centrales están demostrando que no sólo pueden tomar una medida tan excepcional como es llevar los tipos a terreno negativo, sino que pueden aguantarla más allá de lo que pueda soportar incluso un gran inversor.

Hoy hemos conocido el IPC de la zona euro que se sitúa en el 2,1%, una décima por encima del objetivo que se había propuesto Draghi ¿y cual es la rentabilidad del Bund? El 0,29%. ¿Qué significa esto? Pues que un inversor recupera en 7,2 años lo que pierde con la inflación en 1.

Más sangrante es el caso de Japón, un país que tiene una deuda del 240% del PIB y una deuda per capita de 85.000 euros y cuyo bono a 10 años rinde el 0,09%.

¿Prestaría usted su dinero a alguien a un plazo de 10 años al 0,09% sabiendo además que tiene ya una deuda cercana al 250% de sus ingresos? Nosotros tampoco.

Los Bancos Centrales imprimen el dinero que quieren y compran con él renta fija destrozando la oferta y la demanda real y llevando los precios donde les apetece.

Esto hecho de forma puntual puede ser positivo y efectivo para unas circunstancias determinadas pero mantenido a lo largo de los años termina sencillamente con el sistema financiero.

¿Cómo va acabar este experimento?. Mal. Ya estamos viendo la fragilidad financiera en muchos países donde surgen crisis repentinas de la noche a la mañana con mover un poco una sola pieza. La inestabilidad financiera es muy alta y una crisis global puede desatarse en cualquier momento. Cuando llegue ¿a quién se le pedirán responsabilidades?

El mundo financiero se ha impuesto sobre el real en la última década, pero a la larga quedará claro que el “papel” no se come y la economía real volverá a tomar su lugar, para ello habrá que acabar primero con este sistema financiero que impone reglas de forma unilateral.

Para lo que venga nuestra recomendación son los bienes tangibles, son los únicos que siempre han quedado en pie cuando pasa la tormenta.

Oro contra dinero

por Agustín López
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Jueves, 11 Febrero 2016 11:10 Categoría Artículo

Gracias al oro existen los bancos, aunque ellos no quieran oír hablar de él, prefieren tratar con sus descendientes, los tataranietos de los primitivos recibos que expedían a cambio del oro depositado en sus bóvedas y a los que hoy llamamos dinero.  

El valor intrínseco de cualquier billete es cero, el papel moneda no es distinto del papel higiénico.

Lo que le convierte en instrumento financiero es la creencia de que será aceptado por el resto de agentes debido a la confianza en la autoridad que lo emite.

Confianza y creencia, dos pilares que no sólo pueden venirse abajo sino que lo han hecho en cada una de las civilizaciones que han existido. Es sólo cuestión de tiempo y de la velocidad a la que se imprime que su valor sea cero. Como toda convención humana muere a mano de otros humanos que imponen nuevas convenciones llegado el momento.

En el gráfico que vemos de activos desde 1.800 observamos que el único que ha perdido valor ha sido el dinero, en este caso el dólar. Sólo queda un porcentaje residual de su valor primitivo, con un pequeño empujón más habrá desaparecido. Si ha perdido el 98% de su valor en 200 años ¿Cuánto tardará en perder el 2% restante?

Observando la cantidad de derivados que poseen los principales bancos del mundo y la contrapartida en  dinero que supone, su existencia es ya virtual.

Por el contrario el oro ha convivido con todas las civilizaciones existentes y no ha cambiado un ápice. Además de ser maleable, bello, conductor e indestructible, es escaso, nadie puede fabricarlo.

La producción anual en todo el planeta equivale a un cubo de 5 metros de lado y todo el oro que existe, el que ha extraído el hombre en toda la historia, tiene el tamaño de un cubo de 20,4 metros de lado. Unas 165.000 toneladas, 60 camiones de gran tamaño.

¿Está caro?

Depende, si observamos nuevamente el gráfico de los distintos activos comprobaremos que está mucho más barato que el resto.

Los otros activos ascienden con la inflación y el oro recupera terreno en épocas deflacionarias, quizá sea el momento de estrechar distancias.

El oro tiene una gran cantidad de neutrones en su composición y como todos los elementos con esta característica procede de una gran explosión. Ese anillo que lleva en el dedo es una porción de estrella, posiblemente un souvenir que la desaparición de una supernova le ha dejado como recuerdo, de un tiempo tan remoto que supera en miles de millones de años la existencia del hombre.

El oro es lo único que le habrían aceptado en cualquier lugar del planeta y en cualquier época.

Quizá sea lo único que le acepten en otros planetas, pero eso puede que sea adelantarse demasiado.

Lo cierto es que ha demostrado ser un buen seguro en los malos tiempos.


30 años de Bolsa (segunda parte)

por Agustín López
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Domingo, 11 Mayo 2014 10:02 Categoría Artículo

Cuando les relataba la primera parte de estos treinta años de Bolsa he sido consciente de que es imposible condensarlos en unos folios. He tenido que hacer numerosas omisiones y aún resta casi todo por contar, así que por el momento voy a renunciar a ello y me centraré en lo que era mi verdadero propósito cuando decidí celebrar este treinta aniversario, aportar unas pinceladas de mi experiencia para que puedan utilizarlas en sus inversiones. Seré conciso y propondré sólo unas cuantas reflexiones.

- Conózcase a sí mismo, no se engañe.

No hay dos personas iguales, luego no hay dos inversores iguales. Cada cual tiene un umbral de sensibilidad distinto, hay quien se desborda con una pequeña parte del patrimonio invertido y quien se siente cómodo incluso apalancado. Si empieza notar intranquilidad vaya rebajando su exposición y encuentre el punto donde se sienta en equilibrio.

- El peor enemigo de un inversor es él mismo.

No invierta hasta que tenga el escenario claro, espere todo el tiempo que haga falta y cuando llegue el momento actúe con confianza y entusiasmo. Vigile que el rumbo y el timing se desarrollan según lo que espera y si es así manténgalo hasta llegar a la meta. Acepte que puede estar equivocado y tenga la mente abierta, si llegan las evidencias de que el planteamiento es erróneo deshaga su posición y comience el proceso de nuevo, pero no se precipite, es habitual que el mercado se dirija hacia el punto previsto pero dando rodeos inesperados. Cuando haga los planteamientos generales déjese llevar por lo que siente pero cuando vaya actuar hágalo fría y reflexivamente. No actúe por impulsos emocionales momentáneos.

- Ahorre energía y mantenga una actitud positiva.

No emplee más tiempo del imprescindible en seguir las cotizaciones e informarse. No dramatice ni se deje llevar por la euforia. No caiga en pensamientos repetitivos y desconecte en cuanto haya llegado a las conclusiones oportunas.

- Adelántese, vaya un paso más allá.

Todo cuanto pueda conocer de una situación presente ya está reflejado en el precio. Imagine, sienta lo que va a venir, eso será el precio de mañana.

- No existe la fórmula mágica.

Hay muchas herramientas que le pueden ayudar a confeccionar sus planteamientos pero todas tienen limitaciones. Ser un experto en economía, conocer los entresijos de las empresas, destripar balances, estar muy bien informado, dominar los gráficos, conocer los ciclos, manejar algoritmos, poseer sofisticados programas informáticos, todo es útil pero nada ni nadie puede garantizarle el futuro, si fuera así la Bolsa no existiría. Siempre habrá alguien más preparado, con más recursos, con mejores circunstancias pero lo esencial es mantener una visión global, dominar las emociones, utilizar el sentido común y añadirle una pizca de imaginación, la realidad siempre va un poco más allá de lo que sería lógico.

- No se emborrache de actividad.

Tanto en una mala racha como en una buena se tiende a operar más de lo necesario, en el primer caso por enderezar la situación cuanto antes, en el segundo por exceso de confianza. Le pesarán las comisiones y perderá la perspectiva. Olvídese del pasado y actúe siempre como si fuera la primera vez.

- Cuídese del gran error.

Toda una trayectoria de éxito puede evaporarse por un gran error, la historia está repleta de ejemplos. No arriesgue a una sola carta por muy evidente que resulte ni se empecine en una idea que demuestra ser equivocada.

- Piense a lo grande.

No persiga pequeños beneficios, invierta sólo cuando pueda intuir grandes recorridos y esté abierto a que quizá puedan ser mayores de lo que había imaginado.

- No crea que los demás saben lo que hacen.

En toda circunstancia escuchará opiniones diversas cuando no contrarias, tenga la suya propia y no la abandone si no coincide con la de los expertos. No busque consejos sin cesar, acabará perdido, si quiere seguir alguno procure que no provenga tanto de alguien que haya conseguido aciertos espectaculares como de alguien que no haya cometido graves errores.

- No siga modas.

Cuando algo se hace moda es porque ya está maduro. Busque opciones nuevas, sea pionero, si una moda se hace manía salte inmediatamente del mercado.

- Huya del consenso.

Aquello en lo que todos están de acuerdo no vale nada en Bolsa, si la opinión se acerca a la unanimidad haga lo contrario.

- No confunda trading con inversión.

El desarrollo informático y la filosofía del apalancamiento como método para prosperar con mayor rapidez han puesto de moda el trading en los últimos años. Trading e inversión se asemejan como fútbol y rugby, hay un balón, un terreno de juego y dos equipos, por lo demás sus reglas no se parecen en nada. El trading merece reflexiones propias y extensas que no son posibles aquí, pero debe saber que cuando se invierte en derivados muy apalancado se corre el riesgo de cometer lo que he denominado el gran error. Una o varias operaciones desafortunadas en estas condiciones ha puesto punto final a la trayectoria de muchos especuladores. Puede alcanzarse el éxito en el trading pero requiere especialización y una estrategia muy bien estructurada. Si interviene en estos mercados debe ser consciente de que el dinero que desembolsa y el que realmente invierte son muy distintos, valore adecuadamente los riesgos y proporciones. No se tome nunca una posición de trading a la ligera, la racionalidad se pierde con mucha facilidad en cuanto no evoluciona favorablemente.

- Conozca como actúan las manos fuertes.

Quien tiene poder para manejar una situación en favor de sus intereses lo hace. Es ingenuo pensar que un mercado donde la mercancía es el dinero y se disputan los más grandes negocios no hay manipulación. Los más importantes actores del ámbito financiero no adivinan las tendencias las crean, su poder, recursos e influencias son inimaginables. Su objetivo son las grandes masas de inversores, no moverán sus redes para capturar unos cuantos ejemplares pero acudirán sin falta donde se encuentren en gran cantidad. La única ventaja que tiene sobre ellos es la movilidad, ellos no pueden maniobrar tan rápido como usted. Cuando vea muchos inversores acudiendo al mismo lugar, no los pierda de vista y a la mínima señal aléjese.

- Deje que el tiempo sea su socio.

Para que una inversión de su fruto necesita tiempo. No recoja una cosecha cuando esté brotando, pero tampoco la deje hasta el punto máximo de maduración.

- No se empeñe en buscar máximos y mínimos.

Encontrar los extremos de un mercado es muy complicado y la mayor parte de las veces contraproducente, aunque lo consiga se desgastará psicológicamente mientras el giro va tomando fuerza. Es mejor sumarse a una tendencia cuando arranca y acompañarla en la parte amplia y veloz del recorrido. De igual forma abandónela cuando se ralentice sin esperar la llegada al final, puede ser que emplee mucho tiempo innecesario en su último tramo y el riesgo aumenta.

- El efecto multiplicador.

Aplicando la estrategia adecuada el volumen patrimonial crece de forma constante y cada vez obtendrá mayores rendimientos con la misma actuación. Si no se cometen graves errores el resultado será sorprendente con el tiempo. A pesar de ello es improbable que no se den traspiés, lo esencial es reconocerlos a tiempo y atajarlos sin gran detrimento.

- Si no sabe que hacer espere, no persiga fantasmas.

Los mercados tienen fases vibrantes y aburridas. No hace falta estar siempre invertido. Si no ve oportunidades no las invente. Cuando lleguen de verdad lo notará, hasta entonces descanse y recupere energías. La mente le incitará constantemente a ver oportunidades donde no las hay, aguarde hasta que esté convencido. Llegan regularmente, no las persiga. Esa que acaba de escaparse es una más.

- Las oportunidades no se buscan, vienen.

No busque, no tenga ideas preconcebidas, observe la realidad sin enjuiciarla, tarde o temprano los precios de algunos activos llegarán a un punto que nunca hubiera imaginado. Se sentirá asombrado y dudará. Espere un poco más, estudie los pros y contras, si después de haberlo reposado y meditado aparecen las señales de giro y es capaz de creer en un buen recorrido, actúe sin miedo y sin dejarse contagiar por el ambiente ni las noticias.

- Invertir es un juego, disfrútelo.

No convierta el dinero en su meta, no se obsesione con el éxito, relativice, ríase de sí mismo si es necesario, disfrute de lo que hace, intente tener una vida plena y enriquézcala con sus inversiones, pero no sacrifique las cosas esenciales, las que no pueden comprarse. Las mejores ideas llegan cuando se está descansado, sereno y lejos de los mercados, observando una noche estrellada, sentado en un risco, mirando el paisaje tras la ventanilla de un tren.

El verdadero patrimonio es el tiempo del que disponemos para desarrollar la experiencia vital, llegar al final con los bolsillos llenos no le servirá de mucho, sólo para comprobar que se puede ser pobre teniendo mucho dinero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Previsión 2.014

por Agustín López
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Domingo, 12 Enero 2014 18:42 Categoría Artículo

El 14 ya está aquí, así, sin más, a la vuelta de doce uvas. Abrazos, felicitaciones, un par de brindis y página nueva. Otra fórmula más con la que mantener la ilusión de control, una parcelación del ahora continuo siempre cambiante y desconocido.

Cuando muda el año me invade la misma sensación que el día que me anunciaron “ya eres mayor de edad, un adulto” Me observé en el espejo y pensé “pues me veo igual que ayer”

La realidad es una convención, algo de lo que nos convencemos o nos convencen y que aceptamos como tal durante un tiempo variable pero indefectiblemente perecedero.

Jamás he sido capaz de localizar en un gráfico sin fechas donde se encuentra la transición entre dos años, pero es costumbre realizar previsiones, ponerle un encabezado a la nueva página, cumplamos con el rito.

Los bancos de inversión contarán que las Bolsas van a revalorizarse un 10 % aproximadamente. Este clásico no merece comentarios.

Los economistas afirmarán que el crecimiento se fortalecerá este año pero nos advertirán de media docena de riesgos pendientes o en incubación.

Los analistas técnicos indicarán un nivel de resistencia y otro de soporte y añadirán que si se rompe el primero subirá hasta tal y si lo hace el segundo bajará hasta cual. Visión escalera, a rayas.

Los políticos sintetizarán: ¡mejor! Lo suyo es vender ilusiones.

Los osos proclamarán un crack inminente y los optimistas un mercado al alza secular.

Los más sesudos ofrecerán el cóctel de moda donde no faltarán ingredientes como el PER, los beneficios, la rentabilidad por dividendo, la deuda, los tipos de interés, las encuestas de sentimiento, algunas estadísticas y varias instantáneas de antepasados que se parecen a la criatura recién nacida.

“No hay nada nuevo bajo el sol” dice el Eclesiastés.

El mercado encontrará un techo intermedio entre finales de enero y la primera quincena de febrero, puntos de referencia el 3.212 de Eurostock o algo más, el 9.750 del Dax o algo más, el 10.500-11.000 para el Ibex, entre el 1875 y 1.910 para el S&P y el 6.900 o algo más para el Footsie.

A partir de ahí el año viene correctivo, no será un año bajista puro sino con presión vendedora persistente pero controlada. En algún momento se alcanzarán precios un 20% por debajo de los máximos. En la parte final se iniciará la recuperación.

Año de barbecho, descanso en preparación de los años 15 y 16 que serán alcistas.

Esta es mi previsión, métanla en el cajón con el resto y hagan lo que quieran, no tiene demasiado importancia, como tampoco lo tendrá si es acertada, ya lo he comprobado durante varias décadas. Al fin y al cabo sólo vemos lo que queremos ver. La realidad es individual y cuando lleguen las próximas uvas tendrá tantas interpretaciones y justificaciones como participantes.

Suerte de cualquier forma.

 

IN GOD WE TRUST

por Agustín López
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Sábado, 07 Septiembre 2013 21:55 Categoría Artículo

El sistema económico actual no puede entenderse sin dos acontecimientos esenciales: la creación de la Reserva Federal en 1.913 y el abandono del patrón oro en 1.973.

Estos dos hechos son imprescindibles para entender la dinámica económica y financiera que está llegando a su clímax en esta época.

En las navidades de 1.913, de forma extraña y rocambolesca, se forzó la presencia del número necesario de congresistas, estando el Congreso de vacaciones, y se aprobó la ley que daba origen al banco central estadounidense. La institución, que se presenta como “federal”, no lo parece tanto cuando se estudia a fondo, hay extensa documentación que puede consultarse.

Se creó con las funciones de emitir papel moneda, establecer los tipos de interés, estabilizar la economía, controlar la inflación y evitar las crisis económicas.

Cien años después el balance es incontestable, en ningún otro periodo se han emitido más billetes, se han multiplicado más deprisa los precios, se han producido más colapsos  y se ha vivido una economía más oscilante ¿cómo ha llegado entonces a ser el punto neurálgico del sistema?

Quizá la pregunta podría formularse de otra forma ¿porqué un Estado transfiere a un tercero la facultad de emitir dinero y después paga intereses por ello? ¿a quién beneficia? ¿quién satisface esos intereses?

Calificar al sistema económico actual de crediticio, es querer ver el vaso medio lleno, también podría verse al revés y afirmar que es un sistema de deuda. Se denomine en los términos que se quiera lo fundamental es que conduce al aumento continuo de la deuda global. A los agentes intervinientes puede irles mejor o peor, pero el conjunto se endeuda progresivamente. En épocas de dureza económica como la actual es frecuente, a la vista de la situación económica general de los individuos, empresas y Estados, preguntarse ¿dónde esta el dinero? La respuesta lleva implícito el propio destino del sistema: en ningún sitio.

Toda impresión de moneda agrava el problema porque hace cada vez más difícil saldar las deudas que generan los intereses que conlleva. Dicho de manera simplista, si se bombean 100 dólares al sistema a un tipo de interés del 2% al año siguiente su receptor tendrá que devolver 102 y un año después 104, lo que es imposible porque los 4 dólares de interés no existen, no están impresos. Puede ser que al sujeto en cuestión consiga los 104 dólares y más, pero será siempre a costa de otro al que le falten los cuatro dólares, más los propios intereses de su deuda.

Con el tiempo necesario la economía productiva acaba entregando sus frutos a la economía financiera. El proceso puede camuflarse durante un tiempo indefinido a través de la inflación o con la impresión de grandes cantidades de dinero nuevo a tipos muy bajos, como está sucediendo ahora, pero ello sólo conseguirá que el problema engorde más lentamente, una sensación de alivio relativo, la deuda seguirá creciendo y con ella  la tensión del sistema. Las burbujas van explotando dentro de otra gran burbuja que las contiene a todas y que tiende a explotar también ¿Cuándo? Se puede responder con otra pregunta ¿cuántos soplidos necesita un globo para estallar?

En 1.973 el sistema “crediticio” crecía a tal velocidad que cualquier gráfico que se observe es exponencial (Bolsas, inflación, etc.) por lo que que el patrón oro se convirtió en un corsé insoportable, de forma que fue abandonado para permitir su expansión acelerada y en los años noventa la velocidad era tal que las entidades financieras comenzaron a aumentar la cantidad de veces que prestan el dinero de sus depositantes y a desarrollar productos derivados que permiten manejar cantidades de dinero mucho mayores que el dinero físico que las respalda, es el apalancamiento, dinero-aire, dinero-virtual, que alcanza hoy montantes desproporcionadamente superiores a los de la economía real.

Fue en 1.957 cuando los billetes de dólar dejaron de certificar que dicho documento al portador estaba respaldo por oro o plata que se podía canjear en el banco central, para incluir la frase “in god we trust” (en Dios confiamos) Ahora es “god” quien respalda el dinero, dejando patente que cuando llegue el momento el valorado rectángulo de papel mostrará su verdadera naturaleza. Ha sucedido muchas otras veces, las monedas desaparecen con el ocaso del modelo que las engendró.

La crisis financiera del 2.008, los más de cuatro años que lleva la Reserva Federal emitiendo dinero, las rápidas transformaciones geopolíticas, las amenazas bélicas, las maniobras que se observan en el precio del oro, son síntomas de que la presión es muy alta.

¿Cuántos soplidos aguanta un globo?

Los más adelantados ya hace tiempo que dieron un paso atrás y entornaron los ojos…¿cuántas burbujas más, cuantos años?

Bernanke se marcha en unos meses, ya ha soplado lo suyo, poco cambiará con quien le sustituya, no son los individuos, es el modelo.

El oro quiere ser el termómetro, aunque hay poderosos intereses en sabotearlo, cuando despegó en el año 2.000, de puntillas, como la hacen las tendencias, no fue mirando la dirección que tomarían los precios, sino impulsado por aquellos que veían tal tensión en el sistema que se sentían más cómodos confiando en “gold” que en “god”.

Ajedrez planetario

por Agustín López
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Martes, 25 Junio 2013 11:42 Categoría Artículo

Cuando en los primeros años del siglo empecé a sospechar que se estaba orquestando una crisis de diseño a través de un boom crediticio mi visión no permitía ir más allá de imaginar inmuebles a la baja, gente desahuciada, economía recesiva, morosidad bancaria, caídas bursátiles y alzas de los metales preciosos.

Una década después soy consciente de que la realidad va a superar, como suele ser habitual, cualquier planteamiento original. Los sucesos que se han ido desarrollando en estos años nos sitúan ante un nuevo paradigma que irá mucho más allá de lo que pudiera haber fantaseado la mente más visionaria. Sobre el planeta se esta jugando una partida a múltiples bandas por el control global, lo que en alguna ocasión he denominado la privatización del poder.

La forma de orientarse en este torbellino de noticias y acontecimientos debe ser global, todo son movimientos bien planeados por más que sean presentados por los medios de comunicación como hechos puntuales. Cuando una ficha se mueve en el ajedrez, físicamente sólo apreciamos el desplazamiento de ésta, pero a nadie se le escapa que dicho movimiento se produce para facilitar el de otras en el futuro y que todos ellos están ordenados hacia un mismo fin, por más que aparentemente no pueda encontrarse la relación.

Desarrollar el estudio de esta partida iría más allá de los límites de este post, pero hay espacio para presentar algunas jugadas en titulares.

En los doce años y medio de siglo hemos visto:

El pinchazo de la burbuja tecnológica.

El comienzo de ciclo alcista en el oro

El atentado del World Trade Center

La suspensión de ciertos derechos por motivo de seguridad, encuadrado dentro de la lucha contra el terrorismo.

La Guerra de Irak y el derrocamiento de Saddam

La Guerra de Afganistán

Resoluciones controvertidas de la ONU e intervenciones poco transparentes de la OTAN.

Boom crediticio

Burbuja inmobiliaria

Colapso financiero

Instauración del euro y sus consecuencias

Retroceso de la soberanía nacional

La llegada de los tecnócratas al poder

El emerger de los BRICS

Crisis europea

Crisis de la deuda

Crisis de sostenibilidad ecológica

Rescate de entidades gigantescas cuya quiebra ponía en riesgo al sistema

La dictadura de los Bancos Centrales

La mayor impresión de dinero de la historia

La manipulación de todo tipo de activos.

Niveles de corrupción jamás alcanzados.

La declaración por la OMS del máximo nivel de alerta sanitaria a raíz de la gripe aviar (su importancia se deriva de las facultades extraordinarias que da a los Estados respecto al individuo)

Tipos de interés nulos y máximos de la deuda soberana.

Máximos históricos en Bolsa y caídas en vertical.

Desaparición de regímenes y dictadores que llevaban décadas en el poder, Mubarak-Egipto y Gadafi- Libia los más importantes.

Levantamientos populares y protestas por todo el globo.

Caída en desgracia de la cuenca mediterránea, al sur los países árabes, al norte los europeos (Chipre, Grecia, Italia, España)

El conflicto Sirio

La amenaza de Corea del Norte

Aparición de altas tecnologías de control, internet, satélites, móviles inteligentes y escándalos de espionaje en torno a ellas (Assange, Snowden )

Catástrofes naturales muy superiores a lo habitual: tsunamis, terremotos, huracanes, volcanes, inundaciones, tormentas, sequías.

Proliferación en los medios de comunicación y en el cine de temáticas que ponen en peligro al mundo en su conjunto: invasiones extraterrestres, zombis, virus mortales, manchas solares, asteroides destructivos, mutaciones biológicas, glaciaciones, profecías del fin del mundo, holocausto atómico.

Grandes procesos de privatización, al tiempo que retrocesos en el estado de bienestar, especialmente educación y sanidad.

Elevación del nivel de pobreza y distanciamiento económico de clases.

Aparición de los alimentos transgénicos, y desarrollo comercial del ADN.

El asalto a los ahorradores (preferentes, deuda secundaria, quitas, confiscación de depósitos)

Suavización ¿casual? de las figuras más representativas del poder: una mujer al frente de Europa, otra al frente del FMI, un afroamericano como presidente de EEUU, un Papa de los pobres al frente del Vaticano.

El control del mercado por parte de un centenar de grandes compañías multinacionales todas con un mismo origen.

Auge de los paraísos fiscales

Retroceso de derechos y libertades y aumento de los sistemas de control.

Incremento de la legislación represora.

Debilitamiento de los poderes tradicionales, ejecutivo, legislativo y judicial en beneficio del financiero.

Puede añadirse bastante más pero es suficiente para entender el carácter especial de este tiempo ¿En qué lugar de la partida estamos?

Lo últimos hechos de relevancia son:

Presiones sobre Japón para que se adhiera a la política expansiva a lo que antes se había negado, finalmente cambo político y lo acepta lanzándose a tumba abierta.

Los BRICS se reúnen para organizarse al margen del dólar. Inmediatamente tensión monetaria en China, disturbios en Brasil y Turquía, manipulación a la baja del precio del oro.

Bernanke cambia su discurso y en contra de lo habitual marca un calendario que va contra la estabilidad de los mercados, Krugman que está en el mismo lado, declara que puede ser un gran error, el BIS advierte a los bancos centrales sobre su política expansiva, una alta funcionaria del Banco Mundial denuncia la corrupción de este y su inminente colapso.

Sell off en todo tipo de activos tras las declaraciones de Bernanke que parece dispuesto a dejar el cargo a final de año.

El Ecofin establece que los depósitos de los ahorradores podrían verse implicados en caso de nuevos rescates.

No es de extrañar que exista un alto grado de stress en una población bombardeada sin cesar por noticias negativas a través de los medios y obligada a vivir vertiginosamente, sin tiempo para asimilar un cambio continuo y acelerado.

La partida está muy avanzada, pero aún va para largo, a medida que se desarrollen los movimientos serán cada vez más transcendentes y definitivos.

Bienvenido al nuevo mundo en el que tendrá que habitar quiera o no quiera, no hay alternativas, la interconexión ha llegado a tal punto que sólo cabe un destino único para todos.

Estudio mensual Ibex-Dax

por Agustín López
Agustín López
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Jueves, 13 Junio 2013 14:28 Categoría Artículo

La profundidad que la actual corrección está tomando en el Footsie (10%), el índice más técnico y que mejor adelanta las tendencias invita a pensar, aunque aún es pronto, que este mes marcará una vela roja y que por tanto el 22 de mayo, con la confección de la vuelta en el día y la vela diaria envolvente que se produjo, asistimos a un final de onda. Aún queda medio mes y es pronto para darlo por hecho pero no es descabellado trabajar sobre esta hipótesis.

Subo pues los gráficos mensuales del Ibex y el Dax para hacer un repaso de largo plazo.

Desde mi visión son ciertos los siguientes hechos:

- En el 2.007 asistimos al techo de mercado donde se puso fin a la onda tres de superciclo.

- Estamos pues ante la confección de una gran onda cuatro plana de superciclo de larga duracción, en mi opinión de 15 años, hasta el 2.022.

- Del 2.007 al 2.009 se produjo un movimiento descendente muy violento, pero no impulsivo, dando lugar a una primera onda descendente A en los mercados USA que no se completaría en los europeos hasta el 2.012.

- Desde el 2.009 en USA y desde el 2.012 en Europa, está en marcha una onda B que pasará a la historia por su longitud y duración, forzada por la actuación de los bancos centrales, pero que no es inusual en mercados con una onda tres explosiva como la se produjo de 1.975 al 2.007 (32 años). La inercia de este tipo de ondas suele provocar que la onda B de cuatro se adentre en el terreno de máximos, si bien su estructura deja claro que no es un movimiento impulsivo y que por tanto no hay tendencia alcista siendo el resultado de un exceso de energía y de la actitud psicológica que provoca la onda tres.

- La disparidad de comportamientos entre los diferentes índices y acciones y el bajo volumen son características propias de este tipo de falsas ondas alcistas.

- La primera parte de esta onda B de cuatro, su impulso A, terminó en mayo del 2.011 en el S&P, escalando 703 punto en 26 meses.

- La corrección a está onda fue de 297 puntos en cinco meses. Moderada pues en profundidad y tiempo anunciando un tramo C fuerte.

- La onda C empezó en octubre del 2.011 y lleva hasta el momento 612 puntos de alza en 21 meses.

Hasta aquí los datos relevantes que en mi planteamiento doy por ciertos. Ahora pasamos al terreno de las hipótesis y barajamos posibilidades.

Según mi visión actual, que es la que vengo exponiendo hace años y que modificaría sin problemas si llega el caso,aunque por el momento no veo motivos para hacerlo, la corrección europea se está produciendo en periodos de 5 años, completando por tanto el abc correctivo en 15 años, con fecha objetivo 2.022.

 Esto puede parecer un planteamiento exagerado al ver el gráfico del Dax, e imaginando lo que en paralelo debería ocurrir en USA, pero cuando dentro de una década se observe toda la onda cuatro de superciclo en escala logaritmica como corresponde a un periodo de 47 años (1.975-2022) se apreciará como absolutamente normal. El tiempo hace que movimientos que parecen muy importantes acaben siendo insignificantes en el largo plazo. Sirva de ejemplo el crack del 87, el movimiento más contundente de la historia, prácticamente inapreciable en los gráficos actuales.

 Como pueden observar en los gráficos el Ibex completó un periodo correctivo en un abc claro del 2.007 al 2.012, primera onda correctiva "A" que en el Dax, mucho más fuerte, se confeccionó en forma de triángulo pero con la misma duracción.

Desde el verano pasado se está produciendo el primer movimiento de B que ya tiene consumido gran parte de su recorrido. Junio es un poco pronto para dar por acabadas las alzas de un año 3, pero no parece que vayamos a ver precios mucho más altos antes de que llegue la corrección que espero para el 2.014 y que será moderada.

En el 2.017 deberíamos tener acabada la onda B, en el Ibex con una recuperación proporcional y en el Dax con un máximo contundente como anuncia el triángulo respecto al top del 2.007. Es muy posible que ambos índices lleven a partir de ahora un comportamiento muy similar después de haberse devaluado el Ibex un 50% respecto al Dax medido desde los máximos del 2.007.

Los macd mensuales, especialmente el del Ibex muestran que esta hipotesis no es descabellada en absoluto.

Si este planteamiento acabará por llevarse a término, la onda B en el S&P sería de 8 años e iría directamente al Guinness, con el patrocinio del Sr. Bernanke y el rastro fatal de un montón de osos por el camino.

Lo vigilo a diario, si veo indicios de que es erróneo lo comunicaré inmediatamente. Ya saben que mi índice matriz es el Ibex y está marcando el ciclo de forma ortodoxa, la hipóteisis expuesta es la única fórmula que he encontrado para compatibilizar unos mercados con comportamientos, recuentos y figuras tan dispares y el resultado sigue encajando años después y es compatible con la estructura de ondas que corresponde a una onda cuatro de superciclo.

Las ondas B son las más difíciles de manejar y las más traicioneras e imprevisibles. Espero que mi aportación les sirva de ayuda pero la última palabra es suya.

Lo suelos y desarrollo de ondas que he dibujado en los gráficos son meramente orientativos, ya habrá tiempo de ir afinando si el planteamiento sigue su curso, nueve años son muchos años.

El ciclo (parte 3)

por Agustín López
Agustín López
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Viernes, 17 Mayo 2013 01:15 Categoría Artículo

Si hay un índice que  destaca por su impecable comportamiento técnico es el Footsie. Sus movimientos diarios son los más moderados  de forma que sus estructuras son limpias y milimétricas. Además suele ser la liebre que anticipa los impulsos, unas jornadas por delante del resto de mercados, ya sea al alza o a la baja. Es el índice imprescindible cuando se investigan tendencias.

Este gráfico que subo demuestra su perfección técnica y el recuento que en él se maneja es el equivalente al visto en el Dax anteriormente, reflejando un gran triángulo que supondría una B fractal de onda cuatro en grado mayor del periodo 98-2.003, con superación del 30-40 % de los máximos del 2.007 y proyección también hasta el 2.017.

No es la única opción que permite Elliott para esta figura. El gran triángulo podría ser sustituido por un tramo "a" desde el suelo hasta el 2.011, una "b" en forma de pequeño triángulo (pequeño en proporción porque en realidad es de dos años) reflejado en la máscara triangular color marrón y la "c" que estaría en marcha.

Hay otra posibilidad más, que se trate de un doble zigzag. De hecho si no fuera por el resto de índices y los argumentos que explico a continuación podría verse una pauta terminal próxima ( pronto habrá cinco ondas formadas en el último impulso y será un momento importante)

 Sigo numerosas páginas de Elliott americanas, donde observo los recuentos de buenos profesionales que llevan matando el rebote desde finales del 2.009 y adaptando sus recuentos una y otra vez  con argumentos plausibles pero siempre erróneos. Es inquietante (por contrary market opinion) que cuatro años después sigan sin tirar la toalla, he visto a algunos desaparecer con la lógica de su parte y la realidad de la otra. Elliott no se puede aplicar de forma automática, de lo contrario los programas que lo utilizan serían imbatibles. Toda herramienta necesita un habilidoso artesano para ser útil. Un buen olfato en Bolsa es imprensindible. Este mercado  pasará a la posteridad como uno de los más dífíciles y manipulados. La tumba de muchos osos. Y algún día la de muchos toros. El carácter de las ondas B.

Estamos pues ante un gráfico abierto a varias posibilidades, el recuento que reflejo se debe al intento de compaginarlo con gráficos como el Mib, el Ibex, el Eurostock, el Cac, etc. Las ondas correctivas son complejas y tramposas y está más que ninguna por la desproporcionada intervención de los bancos centrales, pero sobre todo por el hecho de que son las manos fuertes las que tienen el control absoluto del papel.

Decía Kostolany que en la Bolsa hay varios factores importantes: la liquidez, la psicología, la inflación, el crecimiento económico, los resultados empresariales, los tipos de interés. Pero sólo hay uno determinante: quién tiene las acciones. Y añadía: cuando los "caraduras" son los que tienen las acciones estas puede seguir ascendiendo en medio de una tormenta de malas noticias.

Decía además: no hay cambio de dirección si las acciones no cambian de manos, no hay cambio de manos si no hay volumen.

Cómo, cuándo y dónde van a conseguir endosar el papel a una nueva generación de inversores es la cuestión. Por el momento no hay señales de que esté sucediendo y es algo que no se puede hacer sin dejar rastro.

Con independencia de qué recuento sea el adecuado la línea superior del triángulo es la que manda y no se podrá esperar ninguna novedad mientras el precio permanezca por encima de ella.

Termino con otra frase del gran especulador: prefiero malas acciones compradas al contado que  buenas a crédito.

Poner todos los huevos en la misma cesta o apalancarse es lo único que puede llevar a la ruina a un inversor. Siempre es peligroso, en mercados como este un suicidio.

Después de haber expuesto está larga hipótesis en tres partes, reconozco que soy el primero en argumentar que la cantidad de dinero que se está imprimiendo y el descomunal montante de la deuda acumulada no puede tener un final agradable. Nunca antes se ha vivido una situación así y es una incógnita cual será el desenlace definitivo. Soy pesimista al respecto pero como dicen los castizos: hasta el rabo todo es toro. 

El ciclo (parte 2)

por Agustín López
Agustín López
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Miércoles, 15 Mayo 2013 17:55 Categoría Artículo

Cuando se confeccionó el techo del 2.007 fui consciente de que entrábamos en un mercado de osos. Era un terreno distinto y peligroso, sabía que a partir de entonces sería  difícil. Las ondas correctivas son mas complejas e imprevisibles que las impulsivas. Contaba con un punto de referencia claro: el mínimo de la onda cuatro anterior, en el caso del Ibex el 5.400. Hasta ahí había que llegar ¿pero cuándo?

Puesto que el ciclo alcista se había dividido en periodos de 5 años, partí de la hipóteisis de que la corrección podría estructurarse de la misma forma: 5 años a la baja para la onda A, 5 de rebote para la B y 5 más de C. Total 15 años correctivos, una proporción adecuada, más cuando los índices USA tenían que corregir 32 años al alza.

Los descensos comenzaron con ritmo adecuado pero en el 2.008 se aceleraron intensamente. En marzo del 2.009 el escenario estaba patas arriba. En año y medio los índices USA y algún europeo habían llegado a la onda cuatro anterior. El despropósito había empezado. Todos los índices rebotaron con fuerza durante unos meses pero poco a poco cada cual empezó a tomar su camino. Mientras encajaba el puzzle me aferré al Ibex que parecía adecuarse al planteamiento. 2.010 y 2.011 fueron años complejos, ondas superpuestas y divergencias entre índices. En el 2.012 el escenario comenzó a aclarase, al menos en el Ibex. En el verano de ese año mi previsión estaba casi cumplida a falta del último tramo bajista que alcanzase el 5.400 en otoño. Mi alarma interior se encendió avisando la proximidad de un suelo. Estudié multitud de valores y muchos daban señales evidentes de suelo tanto en recuentos como indicadores, especialmente los mensuales que anunciaban subidas prolongadas en el futuro. Fue entonces cuando Draghi cercenó la última onda, siempre la más peligrosa, que puede ser desde truncada hasta muy larga. Sus palabras produjeron un movimiento alcista que se salía del guión pero aún tenía dudas hasta que el 13 de septiembre Bernanke y su QE perpetuo remataron la faena. Tuve la certeza de que el mercado había girado prematuramente, como escribí en su día.

Aquel hecho descolocaba mis planes, el mercado se había alejado de los mínimos esperados y personalmente arrastraba mucho cansancio después de casi cuatro años de trabajo frenético en la web. Esto, unido a que mi visión del mercado divergía con la de mi entonces colaborador, me llevó a tomar la decisión de abrir un paréntesis en Radar Market para coger aliento y perspectiva. La parte práctica es que  no habiendo alcanzado el 5.400 se reforzaba la hipótesis de que la corrección no está acabada. Los meses transcurridos hasta hoy van confirmando el escenario inicial que sigue su curso.

Una onda B tan larga como la que  está en desarrollo tiene como parte negativa que hay que operar contratendencia, que índices y valores no se mueven al unísono y que los recorridos son limitados. La parte positiva es que siempre hay valores efectuando tramos alcistas en una especie de carrera de relevos, y que algunos han sido tan castigados que un simple rebote representa un tanto por cien muy alto de rentabilidad.  Con esa nueva filosofía comenzará la proxima etapa de Radar Market, mucho más pausada que la anterior, buscando tramos en índices y valores en el momento oportuno y centrándose menos en la actualidad y en el trading rabioso, que por algo las manos fuertes dejan a  jóvenes estimulados "quimicamente" y ordenadores de alta frecuencia. No puedo dar fecha aún, los retoques informáticos y los temas burocráticos lo impiden. Intentaré que sea antes del verano.

Los recuentos en los índices que hicieron suelo en el 2.012, la mayoría, tanto en Europa como en Asia, son evidentes y quedan reflejados en el primer gráfico que subí en la anterior entrada, habrá que ir viendo el desarrolllo de esta primera onda. En principio creo que durará todo este año y que la corrección llegará en el 2.014 para continuar después con la c de B en siguientes años. La dimensión del rebote total habrá que ir valorándola poco a poco y variará de unos índices a otros, la mayoría recuperarán entre el 50 y el 100% de lo perdido.

Un escenario distinto espero para los índices USA, el Dax y el Footsie. Estos son los tres mercados más importantes en Occidente y los que más se están beneficiando por ello tanto de los incentivos de los bancos centrales como de la mayor seguridad aparente que ofrecen a los ínversores. En ellos espero una onda B similar a la vista en el periodo 1.998-2.003, un mismo fractal de mayor dimensión, con máximos muy altos respecto al pico del 2.007.

El tipo de corrección que refleja Elliott en este dibujo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Veamos ahora el gráfico del Dax que avala esta hipótesis.

El Dax ha sido el índice más difícil de manejar en los últimos años, su condición de refugio en la crisis europea ha provocado un comportamiento complejo que ha sido todo un rompecabezas mientras se desarrollaba. Sin embargo también tuve la sensación de suelo en el verano del 2.012, con una onda truncada final que debería haber llegado al 5.500 si Draghi y Bernanke no lo hubieran impedido. Entonces se despertó en mi la hipótesis de una onda A en forma de triángulo que subí en su día. El transcurso de los meses no ha hecho más que corroborar esta idea, especialmente cuando en el mes pasado mostró una flojedad relativa haciendo un pullback hasta la línea del triangulo roto para salir desde ahí escopetado al alza. Hoy pienso que este planteamiento es el adecuado y compaginaría con el movimiento del resto de índices. Si es así, y la hipótesis será valida mientras no vuelva a introducirse en el triángulo, podría repetirse el fractal de onda cuatro de grado menor señalado en el rectángulo, con una onda B que superase en un 50% el máximo anterior, para después vivir una onda C que de ser similar sería apocalíptica. Un comportamiento parecido podría esperarse de los índices USA y en menor medida del Footsie.

Esto implicaría que estamos ante la onda B más tramposa y prolongada jamás vista, razones para ello hay, el comportamiento de los bancos centrales no tiene parangón en la historia. Y si este gráfico acaba desarrollándose el final no será feliz precisamente, pero mientras tanto hay que adapatarse a la realidad.

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